¿Tu contenido no conecta? Aprende por qué la perfección no vende y cómo la autenticidad, el storytelling y la mezcla estratégica de formatos pueden convertir tu mensaje en una experiencia memorable.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit proin mi pellentesque lorem turpis feugiat non sed sed sed aliquam lectus sodales gravida turpis maassa odio faucibus accumsan turpis nulla tellus purus ut cursus lorem in pellentesque risus turpis eget quam eu nunc sed diam.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit proin mi pellentesque lorem turpis feugiat non sed sed sed aliquam lectus sodales gravida turpis maassa odio.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit consectetur in proin mattis enim posuere maecenas non magna mauris, feugiat montes, porttitor eget nulla id.
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit ut suspendisse convallis enim tincidunt nunc condimentum facilisi accumsan tempor donec dolor malesuada vestibulum in sed sed morbi accumsan tristique turpis vivamus non velit euismod.
“Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit nunc gravida purus urna, ipsum eu morbi in enim”
Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit ut suspendisse convallis enim tincidunt nunc condimentum facilisi accumsan tempor donec dolor malesuada vestibulum in sed sed morbi accumsan tristique turpis vivamus non velit euismod.
Si estás leyendo esto, es muy probable que una de las preguntas que más te dé vueltas en la cabeza sea: “¿Por qué mi contenido no conecta?”.
Tal vez pasas horas creando vídeos perfectos con una iluminación impecable, o redactando textos increíbles que, en teoría, lo tienen todo para triunfar, pero la realidad es que el engagement es bajo, la gente no se detiene a escuchar y sientes que tu mensaje se pierde en un mar de información.
Y te entiendo perfectamente. Nos han vendido la idea de que la clave del éxito en el marketing digital es la perfección, la producción de alta calidad y la repetición de formatos que supuestamente "funcionan". Pero déjame decirte algo que, si bien puede sonar contra intuitivo, es la verdad pura y dura: a menudo, la perfección es el enemigo de la conexión.
La realidad es que, si bien las métricas y los algoritmos son importantes, el alma de una estrategia de marketing exitosa no es la tecnología, sino algo mucho más simple y mucho más poderoso: la autenticidad.
En una de mis sesiones recientes, hablábamos de esto con una de las personas de la comunidad. Contaba que había estado haciendo varias versiones de anuncios: unos más producidos, otros más informales, e incluso uno que grabó mientras estaba en el auto. Y el hallazgo fue revelador: el que grabó en el auto fue el que mejor funcionó, el que tuvo más engagement.
Esto nos lleva a una verdad fundamental que a veces olvidamos: en las redes sociales, la gente no está buscando un comercial de televisión. Están buscando una conexión humana. Quieren ver a personas reales, con sus vidas reales. Quieren sentir que les estás hablando de tú a tú, no que les estás vendiendo un producto en una vitrina.
Y aquí es donde entra en juego una de las lecciones más importantes que he aprendido: la gente es quien decide si un anuncio es bueno o no, no nosotros.
Podemos pasar horas pensando en el diseño, el mensaje, la paleta de colores, pero al final del día, es el público el que con su reacción nos dirá si estamos en el camino correcto. Por eso, el marketing digital no es una ciencia exacta, es un proceso continuo de prueba y error. Es un juego de ir probando, ir teniendo hallazgos, ir descubriendo qué resuena con tu gente.
Para entender cómo funciona esto, es útil pensar en tu estrategia de contenido en dos niveles:
La clave está en mezclar ambos. Usas el contenido de alcance para atraer a nuevas personas y, una vez que tienes su atención, les ofreces el contenido de profundidad para que termine de conectar con tu propuesta. Y aquí es donde debes ser muy estratégico, porque si tu contenido de alcance solo busca el clic fácil o la frase viral, puedes terminar atrayendo a una audiencia que no conecta con tu mensaje real.
En mi experiencia con Desansiedad, por ejemplo, había ciertas palabras y términos que lograban mucho alcance, pero decidimos sacrificar un poco de ese alcance porque no queríamos que la marca se asociara con esas frases. Es una danza delicada entre lo que sabes que atrae a las masas y lo que realmente representa los valores de tu proyecto.
Durante la sesión, alguien compartió un hallazgo increíble: los guiones que más le vendían eran los que tenían storytelling.
El storytelling en el mundo del bienestar es fundamental porque es la herramienta más poderosa que tienes para crear una conexión emocional con tu audiencia. No se trata solo de contar una historia, sino de construir una narrativa en la que tu público pueda verse reflejado. Es decir, cuando compartes una experiencia, un reto o un aprendizaje, la gente puede pensar: “¡Claro! Eso también me pasa a mí”.
Aquí te dejo algunos puntos importantes para empezar a usar tu storytelling de manera efectiva:
En la sesión, también surgió el tema de la migración de un negocio presencial a un formato digital, y la preocupación por si cambiar el nombre de un canal de YouTube, por ejemplo, afecta el posicionamiento. La respuesta corta es: no, no te quita nada.
Si ya tienes una huella digital considerable, la gente te encontrará de todas formas. Lo que sí es importante es la unificación de tus canales. Es como un "capricho" de marca, como lo llamaron, para que todo esté en orden. Tu dominio, tus redes sociales, tu nombre de canal de YouTube… todo debe apuntar a la misma dirección para que sea más fácil de recordar y de encontrar.
Si necesitas hacer una migración más compleja, como la de un sitio web, sí, se puede hacer. Es un proceso técnico llamado redireccionamiento, donde le dices a Google que el tráfico que iba a una dirección ahora debe ir a otra. Es una práctica común y no pierdes ranking si lo haces correctamente. Aunque puede ser tedioso, especialmente si tienes cientos de artículos, es un paso que vale la pena para ordenar tu casa digital.
Otro punto muy importante es la preocupación por la cantidad de contenido que se debe crear. "¿Son suficientes 16 horas de contenido para un curso?". La verdad es que la respuesta no está en la cantidad, sino en el valor.
No se trata de la extensión del material, sino de la transformación que ofreces. Si tu curso de 16 horas ayuda a una persona a resolver un problema real, a alcanzar un objetivo concreto y a sentir que su vida ha mejorado, entonces esas 16 horas son infinitamente más valiosas que un curso de 50 horas que no le aporta un beneficio claro.
Por eso, el juego es siempre preguntarte: ¿qué le estoy ofreciendo a la persona que va a consumir mi contenido? ¿Cuál es la promesa? Si puedes responder a eso con claridad, no te preocupes por la cantidad.
El mundo digital está en constante cambio, y la única forma de tener éxito es siendo flexible, curioso y, sobre todo, humano.
Así que, recuerda esto:
Y, por favor, siéntete tranquilo sabiendo que no tienes que ser un experto en todo. Tienes el conocimiento y la experiencia en tu nicho, y eso es lo que realmente importa. El marketing digital es solo una herramienta para amplificar lo que ya sabes hacer.
La gente está buscando soluciones a sus problemas. ¿Estás lista(o) para ofrecer la tuya de una manera que realmente conecte?